Medellín un ciudad para conocer despacio
Llevo años viviendo en Medellín, yo la he camino, he montado en metro, metro cable, en el nuevo tranvía o en Bici y les aseguro que la experiencia es diferente en cada medio de transporte que uses.
Hace unos días me lancé a conocer la ciudad en un automóvil
rentado o alquilado como coloquialmente le llaman en Medellín y la verdad tengo que confesarles que no es lo mismo. Por ejemplo me di cuenta que en un carro o en una camioneta, vas a tu ritmo y podes parar donde querés, sin la premura del tiempo o la preocupación de que te van a dejar, además de la comodidad y el confort lo que te permite una visión increíble de la ciudad.
Medellín es una ciudad hermosa que nunca me ha dejado de sorprenderme, más allá del convulsionado centro hay barrios tradicionales como Prado, Laureles, El Poblado, pero además hay unos en los que uno va y regresa de forma obligada. Lugares que no pierden su encanto como el tradicional pueblito paisa, este pintoresco lugar tiene una iglesia pequeña, parece de mentira, una barbería, una emisora y locales comerciales de artesanías para regresar con un presente a nuestro lugar de origen.
También la ciudad es una cosmopolita en gastronomía, existe especialmente ciertos sectores que se han ganado una excelente reputación al ofrecer comida local e internacional. Hay lugares donde podes deleitar desde los sabores de Perú a sabores de más lejanías como Grecia o la India. La guía gastronómica es amplia y uno podría dedicar solo un fin de semana entero a visitar magníficos restaurantes donde comer siempre será un placer.
La ciudad enamora, con sus parques biblioteca, los cuales están repartidos desde el centro a las periferias. Estos parques son referentes culturales y símbolos vinculantes de las comunidades con sus ciudad. Estos espacios que son altamente visitados, entre ellos se destacan por la circulación de público el Parque Norte, Pies Descalzos, Parque de La Memoria y otros muchos otros. Tampoco nos podemos perder de visitar el centro administrativo de la ciudad o Alpujarra, cerca de este complejo está el Edificio Inteligente de EPM, en Centro de Convenciones, el Teatro Metropolitano. Siguiendo la Marginal del Rio o avenida regional hacia el Sur podes encontrar el Legendario puente de Guayabal, hecho en ladrillo en el siglo pasado y hoy por hoy es un referente y patrimonio de la ciudad.
Venir a Medellín, es encontrase con la historia en cada calle y carreras. Tenés que recorrerlas para encontrarte con su gente amable y cordial. Bájate del auto para pasear por el paseo de Junín o carrera 49, conocer el edificio Coltejer, inspirado en una aguja de telar, máximo estandarte de la ciudad de las telas y de la moda. El edificio por años además fue el de mayor altura y aún en nuestro tiempo sigue siendo un referente indiscutible, un icono que como el Metro representa la pujanza paisa. No te podes perder la visita a la Carrera Carabobo que conecta con el centro de mayor comercio o “Hueco”. No podrás irte de este viaje en Carro sin Mon y Velarde y la Calle Ayacucho, seguro en un cruce veras el nuevo Tranvía, siguiendo Ayacucho en paralela descubrirás que es la calle más larga de la ciudad, que conecta el centro y con los barrios altos de los cerros que acobijan el Valle de Aburrá.
El plato está servido, ven a conocer Medellín, su centro histórico, las edificaciones viejas, sus lugares emblemáticos, cafés, almacenes, iglesias, el Parque Berrío, las obras del Maestro Botero, el Museo de la memoria y el Museo de Arte Moderno.
En resumen, te recomiendo que vivas esta hermosa ciudad a tu ritmo, en diferentes horas por ejemplo en el día para ir a algunos Barrios y lugares importantes y en la noche podes visitar el poblado para disfrutar de la mejor gastronomía y vivir la rumba en una gran diversidad de opciones de discotecas y cafés que encontraras en el parque Lleras o en la Estrada.
A mí, me gustó mucho recorrerla en automóvil con un grupo de amigos.
Fue muy fácil alquilar un vehículo, primero un gran dilema entre
seleccionar un compacto o un sedán, pero al final preferimos una
camioneta y puedo decirte que mientras escribía estas líneas recordé los olores, los sabores, las flores amarillas de los guayacanas y los sonidos inconfundibles de Medellín; la ciudad de la eterna primavera.